domingo, 2 de mayo de 2010

AMAOS


Lectura del santo evangelio según san Juan 14,7-14
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: -«Si me conocéis a mi, conoceréis también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto.» Felipe le dice: - «Señor, muéstranos al Padre y nos basta.» Jesús le replica: - «Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: "Muéstranos al Padre"? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mi, hace sus obras. Creedme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mi. Si no, creed a las obras. Os lo aseguro: el que cree en mi, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores. Porque yo me voy al Padre; y lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré.»
En el mundo en el que nos movemos es cierto que necesitamos de testigos y testimonios de la verdad, antes que bonitas palabras. Y el mejor testimonio es vivir desde el Amor de Dios, así se construirán esos cielos nuevos y tierra nueva. La fuerza que debe dinamizar la construcción de ese nuevo mundo no es otra que el Amor.
Jesús, con su vida, con su palabra y su obra y con el amor con el cual hizo nuevas todas las cosas, empezó a hacer realidad un mundo marcado con otros valores. Lo nuevo no es que se hable del amor, porque desde tiempos inmemoriales se habla del amor. Lo nuevo es el amor al estilo de Jesús. La sinceridad, el servicio, la cercanía, la entrega y la donación total con las cuales Jesús manifestó su amor a sus amigos y a cada uno de nosotros. Por este motivo hoy el evangelio nos hace una invitación muy concreta: “Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros como yo os he amado”.

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