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viernes, 12 de diciembre de 2008

VAMOS A VER...


VAMOS A VER...
Vamos a ver si es cierto que Le amamos,
vamos a mirarnos por dentro un poco.
¡Hay cosas colgadas que a El le lastiman,
freguemos el suelo y abramos las puertas!,
que salgan las lagartijas y entren las luces.
Borremos los nombres de la lista negra,
coloquemos a nuestros enemigos encima de la cómoda,
invitémosles a sopa.
Toquemos las flautas de los tontos, de los sencillos,
que Dios se encuentre a gusto si baja.
(Gloria Fuertes)

lunes, 24 de noviembre de 2008

¡CUÁNTO TE AMA DIOS!


Si Dios tuviera un refrigerador, tu fotografía estaría pegada a su puerta.
Si Él tuviera una billetera, llevaría en ella tu foto.
Él te envía flores cada primavera.
Él te regala un amanecer soleado cada mañana.
Las veces que deseas hablar, Él te escucha.
Él puede vivir en cualquier parte del universo, pero eligió ... tu corazón.
Reconócelo amigo. ¡Él está loco por ti!
Dios no prometió días sin dolor,risas sin penas, sol sin lluvias,
pero prometió fortaleza para el día,consuelo para las lágrimas,
y luz para el camino.
Tanto te ama que murió por ti.

Ahora mismo, abre tu corazón y déjate amar por Dios.

miércoles, 29 de octubre de 2008

ESTA NOCHE TE BUSCO EN MI ORDENADOR

Esta noche me he propuesto una cosa muy sencilla, al menos eso me parecía: buscarte en mi ordenador.
Al encenderlo he pensado: ¿serás el botón de encendido
gracias al cual todo empieza a funcionar y así el ordenador cobra vida?

Imposible… necesita que yo lo encienda y tu acción no depende de mí.
Cuando todo se ha puesto en marcha me ha venido la idea
que a lo mejor aparecería en el fondo de escritorio
algo que está para decorar y que no tiene más función.
Realmente, a veces en mi vida, creo que puedo usarte para decorar……
pero Tú eres algo más y, por eso, no has aparecido en el fondo de escritorio.
Abro cada carpeta…entro en documentos:
algunos ni te mencionan, otros hablan de ti…
pero tú no estás en ellos.
Voy a imágenes… muchas me recuerdan a ti…,
pero en ninguna te muestras.
¡Oh, no! ¡No es posible!
¿Te habré enviado consciente o inconscientementea la papelera de reciclaje?
Decido buscarte ahí… En los desechos más recientes no estás
y eso me preocupa…
¿Te habré mandado a la papelera hace tanto tiempo que ya ni me acordaba?
¿Cómo he sido capaz? ¿Cómo no te he echado de menos?
No importa… si estás, puedo reestablecerte en tu sitio original
¡Nada! Tampoco estás en la Papelera de reciclaje.
Empiezo a sudar… sería terrible si, en la papelera de reciclaje,
hubiera decidido eliminarte definitivamente de mi ordenador.
Pero… si así fuera… ¿por qué hoy tengo el deseo de buscarte?…
Me alegra saber que no ha sido así…… que aún no te he eliminado de mi vida.
¡Pero busco y no te encuentro!
¿Acaso estás en las piezas que hacen posible el funcionamiento?
¿En eso que llaman el Hardware?
¿Circuitos pequeños y tarjetas que dan vida al ordenador?
¡Tampoco ahí te encuentro!
Y es que creo que quizás Tú seas, en realidad,
el sistema operativo, el software de mi ordenador:
que no se ve, no se toca, pero hace posible que en él habite cada programa, función, recurso…
¿O quizás seas todavía más?
Quizás te busco y no te encuentro porque en ti vivimos, nos movemos y existimos.
Sigo buscándote, mi Dios esta noche en el ordenador de mi vida.
(Abel Dominguez)

lunes, 27 de octubre de 2008

JESÚS AMIGO

"Te escondes en el pan, y aunque no te puedo ver
te puedo acompañar, es mi lugar preferido.
Hoy quiero comulgar, abrirte mi corazón,
así de par en par, eres mi mejor, amigo"

lunes, 25 de agosto de 2008

MI EQUIPAJE


Mi equipaje será ligero, para poder avanzar rápido.

Tendré que dejar tras de mí la carga inútil:

las dudas que paralizan y no me dejan moverme.

Los temores que me impiden saltar al vacío contigo.

Las cosas que me encadenan y me aseguran.


Tendré que dejar tras de mí el espejo de mí mismo,

el “yo” como únicas gafas, mi palabra ruidosa.


Y llevaré todo aquello que no pesa:

Muchos nombres con su historia,

mil rostros en el recuerdo,

la vida en el horizonte,

proyectos para el camino.


Valor si tú me lo das,

amor que cura y no exige.

Tú como guía y maestro,

y una oración que te haga presente:

“A ti, Señor, levanto mi alma,

en ti confío,no me dejes.

Enséñame tu camino,Mira mi esfuerzo.

Perdona mis faltas. Ilumina mi vida, porque espero en ti".

martes, 19 de agosto de 2008

Y JESÚS TE RESPONDE


No quiero que me ofrezcas nada, te quiero a ti.

No me importan tus afanes, me importas tú.

No busques razones para nuestro encuentro, quiero estar contigo.

No andes preocupado por lo que me dices, me alegra escucharte.

No te importe el sentimiento, sino el sabernos juntos.


Por mi parte he decido estar contigo, y tú ¿quieres estar conmigo?

No te preocupes en mirar si mi agradas, me alegra el verte.

No busques, inquieto, temas de conversación, tu presencia me basta.

No intentes conquistar mi amor, sabes que te quiero desde antes de nacer.

No te justifiques de nada, sabes que te conozco por dentro.


No te entretengas en mil tareas, ¡vente conmigo!

No tengas miedo al silencio, yo lo habito.

No te espante la sensación de vacío, yo lo abrazo.

No huyas de la soledad, en ella es donde te espero.


No te obstines en tu mala memoria, yo soy sólo presente.

No te refugies en tu naturaleza, yo también la llevo.

No te bloquees por tu pobreza, te deseo a ti.

No anticipes fracasos ni futuros adversos, yo soy providente.

No dejes paso a la ansiedad, yo soy tu paz.

No te enredes en tus cuentas, yo soy más.

Prueba a permanecer en mí, y descubrirás la anchura de tu corazón:

“SÍGUEME”.

lunes, 18 de agosto de 2008

ORACIÓN DE UNA JOVEN LLAMADA





Jesús, estaba esperando este momento desde hace mucho tiempo. Necesitaba un rato a solas para hablar contigo y, sobre todo, para escucharte. La verdad es que, si soy sincera, Tú no dejas de enviarme tus mensajes. Lo que pasa es que no siempre los quiero recibir. A veces los ahogo con música, con amigos, con ruido... Pero, -no te lo puedo negar- siento un gran vacío, aunque a los demás les parezca lo contrario. En cambio, cuando luego viene tu invitación serena, se inunda el corazón de luz y de paz: «Sígueme».


En cuanto en lo profundo de mi conciencia percibo esa invitación, mi corazón se estremece pues sé que entre cientos, entre miles de jóvenes has puesto tu mirada en mí. Pero, ¿por qué, Señor, por qué a mí? ¿Qué tengo yo de especial para que me llames a seguirte, a ser tu discípula predilecta?


Y me viene a la mente la escena del llamamiento de los primeros discípulos y me digo a mí misma: «Bueno, ¿y qué tenían de especial Pedro, Santiago, Juan, Andrés...? ¿No eran hombres como los demás? ¿No tenían pecados como los demás? ¿No eran débiles, traidores y cobardes, como los demás?». Pero Tú los elegiste: «No sois vosotros los que me habéis elegido. Soy yo quien os he elegido». Y me sobrecoge pensar que ellos, esos pobres pescadores del lago de Tiberiades, no dudaron en dejar sobre la playa, muertas para siempre, esas redes que representaban toda su vida. Y a mí me cuesta tanto dejar mi familia, las comodidades del hogar, el cariño de mi novio, las posibilidades de mi carrera, mis planes personales, mi libertad...


Pero, por otro lado, también Tú me atraes y me atraes con una fuerza especial, pues Tú eres mucho más que cualquier persona o cosa en este mundo. Me atrae tu personalidad, tu generosidad hasta el límite, tu ternura para con nosotros los hombres, la mansedumbre de tu corazón, la grandiosidad de tu Reino. Sé que a tu lado encontraré la auténtica felicidad, que Tú apagarás mi sed de eternidad, que contigo dejaría una huella indeleble a mi paso por este mundo, haciendo el bien en tu nombre.


Pero, me da miedo. Me da miedo lanzarme a una aventura en la que me juego todo aunque también sé que lo puedo ganar todo.

Dame generosidad, Señor, para lanzarme sin titubeos tras de Ti, para cortar las amarras que me atan a la orilla y me impiden echarme a la mar del mundo contigo como capitán de mi barco. Dame valentía, dame fuerza. Sé que no tendré visiones, ni apariciones, ni nada. Pero tu voz no dejará de oírse en el interior de mi alma con una claridad que no admite lugar a equívocos: «Sígueme», será tu invitación imperturbable. Te seguiré, Señor. Te seguiré, adondequiera que vayas y me lleves. Iré contigo llevando mi cruz y resucitando contigo para salvar al mundo. Sólo te pido tres cosas: dame fe, dame generosidad, dame valor; en una palabra, dame amor.

sábado, 7 de junio de 2008

DAME SEÑOR




DAME SEÑOR...


DAME CAUSAS…
Para que no me quede sólo en las palabras. Para que tu rostro se confunda con rostros de hombres y mujeres que, hoy, me hablan de ti… Dame algo por lo que luchar, aunque parezcan cosas pequeñas, en las que el mundo se vaya haciendo más humano y mejor. Empújame un poco si me ves demasiado quieto. Inquiétame un poco si me ves dormido. Espabílame si no me pongo en camino. Ilumíname si me notas ciego, y agudízame el oído si me encuentras sordo.

DAME VALOR...
Porque una cosa es hablar y otra dar trigo. Una cosa es desear que las heridas se sanen y otra estar dispuesto a que, en el proceso, algo del dolor me toque a mí. Una cosa es anhelar que todos tengan paz, pan y techo, y otra estar dispuesto a salir a terreno descubierto, donde está quien carece de todo. Dame el coraje de tomar, hoy y siempre, la dirección que me acerque a tu Reino.


DAME SABIDURIA...
Que esa sea mi arma y mi herramienta, la sabiduría de quien sabe que Tú llenas un corazón si se deja. La sabiduría de quien ha experimentado que dar se conjuga mejor que exigir, que amar es el camino. La sabiduría de quien te percibe no como un icono, sino como un Dios vivo que, en mi oído, susurra palabras de evangelio. La sabiduría de quien siente que Tú llenas de pasión una vida. La sabiduría de quien sabe que las tormentas se pueden vencer sólo si estás en medio de ellas.