viernes, 27 de abril de 2012

TÚ SABES QUE TE QUIERO :)



Y lo sabes... sabes que te quiero, porque te lo digo todos los días y a todas las horas... ¡y no me cansaré de repetírtelo!... en el metro, en el bus, cuando cruzas una calle, cuando te sonríen y saludan, cuando la brisa del mar golpea tu cara, cuando te atreves a darte más, cuando sales de tí mismo o de tí misma, cuando te sientas o levantas, cuando tratas de ser alguien en tu vida... ¡ahí! ¡ahí sabes que te quiero!... aunque te cuesta descubrirlo. ¿Y si te lo escribiera en el cielo?
Pero yo, en el fondo, sé que lo sabes... que sabes que quiero, porque ya me lo dijiste una vez, a la orilla del mar, hace muchos años... entonces eras Pedro. Hoy, eres TÚ. Con tus indecisiones y carencias (como él, a ver si te crees que lo de Pedro fue un ¡ala! ¡de golpe!), con tus pequeñeces y grandezas... eres TÚ quien dice, como él, como Pedro, "Tú lo sabes todo Señor, tú sabes que te quiero".
Por eso ¡gracias! Por tu respuesta, por tu valentía, por tu coraje, por tu entrega, por dar más de ti y por tu SÍ.
Este domingo, el IV del tiempo pascual, en la Iglesia celebramos la Jornada Mundial por las vocaciones.

Necesitamos muchas vocaciones de especial consagración: en la vida contemplativa, monjes y monjas; en la vida apostólica del trabajo parroquial, de la atención a los necesitados de tantas carencias, de la tarea educativa, de la beneficencia; en la vida consagrada dentro del mundo, como son los institutos seculares y las vírgenes consagradas. Las vocaciones de especial consagración son el buen olor de Cristo, un perfume de alta calidad, que transparenta la belleza del Evangelio y de la vida cristiana.

La vocación es un don de Dios, porque es Dios el que llama, tocando el corazón y atrayendo suavemente como El sabe hacerlo. No violenta la libertad, sino que la sana para que pueda ser más libre en su respuesta. La vocación se cuece en el santuario de la conciencia donde Dios hace sentir su llamada y produce el atractivo de seguirle. La vocación es también respuesta de la libertad humana, es mérito de la persona humana que arriesga su vida, entregándola a Dios para el servicio de los hermanos.

El amor de Dios suscita amor y provoca respuestas de amor. En el diálogo de Jesús con Pedro, cuando le llama para ponerle al frente de su Iglesia, Jesús le examina de amor: “Simón, ¿me quieres?” Pedro responde afirmativamente, y al ser preguntado reiteradamente, se abandona en las manos de Jesús para decirle: “Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero” (Jn 21,17). El lema de este año nos sitúa ante ese amor de Dios, que va delante y que busca la correspondencia de una respuesta de amor, nos recuerda que sólo en la tensión del amor puede haber réplica vocacional, nos invita a pedir al Señor que por su Caridad infinita nos envíe nuevas vocaciones en todos los campos para afrontar con esperanza la tarea de la Nueva Evangelización. (D. Demetrio, Obispo de Córdoba)

lunes, 9 de abril de 2012

¡RESUCITÓ EL SEÑOR, ALELUYA, ALELUYA!!

"Todo cristiano revive la experiencia de María Magdalena" porque "es un encuentro que cambia la vida". Jesús es "un hombre único, que nos hace sentir toda la bondad y la verdad de Dios, que nos libra del mal, no de un modo superficial, momentáneo, sino que nos libra de él radicalmente, nos cura completamente y nos devuelve nuestra dignidad". (Benedicto XVI)

domingo, 18 de marzo de 2012

PASIÓN POR EL EVANGELIO


Pasión por el Evangelio

El lema de este año, Pasión por el Evangelio, nos habla del ardor que debe mover el corazón de todo cristiano, particularmente de los que han sido llamados por el Señor para seguir a Jesucristo, Buen Pastor. Sentir pasión es propio de un corazón enamorado, vivo y despierto, donde no cabe la apatía o la abulia, sino la entrega total, generosa y de buen grado a quien amamos. Por otra parte, hablar de pasión por el Evangelio quiere expresar la radicalidad que debe darse en el corazón de todo discípulo del Señor, pues al Dios que ha sido absolutamente generoso y misericordioso al darnos a su propio Hijo, no podemos corresponder mezquinamente. Así nos lo enseña el ya cercano Doctor de la Iglesia, San Juan de Ávila: «No solamente la cruz, sino la misma figura que en ella tienes, Señor, nos llama dulcemente a amor.La cabeza tienes inclinada para oírnos y darnos besos de paz… los brazos tendidos, para abrazarnos; las manos agujereadas, para darnos tus bienes; el costado abierto, para recibirnos en tus entrañas, los pies clavados, para esperarnos y nunca te poder apartar de nosotros. Si se mira con atención, la cruz, los clavos, las heridas, y toda su figura es una invitación a amarle. Pero, sobre todo, es el amor interior el que me da voces que te ame y que nunca te olvide de mi corazón» (Tratado del Amor de Dios nº 11). Quien ha probado las delicias del Amor Divino en Cristo Jesús ya no puede imaginar una vida si no es junto a Aquel que con amor tan tierno y gratuito se le ha entregado. Este amor es el que estimula la fidelidad del sacerdote a lo largo de su vida para gastarse y desgastarse con pasión por la causa del Evangelio, y esta fidelidad es la que conduce la vocación hasta la santidad. Contando, pues, con la llamada y la entrega del mismo Cristo, el sacerdote no puede menos que darse por entero.

El amor a Jesucristo, motor de todo apostolado y fuente de vocaciones.

Estar hondamente enamorado de Jesucristo es el motor de todo apostolado y la fuente fecunda de vocaciones al servicio del Evangelio. Es en el coloquio íntimo con Jesucristo, en la oración asidua y en la recepción de los sacramentos, donde cada cristiano crece en amistad con Él, donde la persona descubre cuál es la voluntad de Dios, y donde el mismo Señor va robusteciendo el vigor apostólico de los sacerdotes actuales y futuros. En la familiaridad con la Palabra de Dios el cristiano fortalece su amistad con Jesucristo, crece espiritualmente gracias a la luz de la Verdad, y orienta su vida para corresponder a la Gracia divina. Un corazón que ama a Jesucristo es un alma apasionada por el Evangelio. El corazón que es movido por el Evangelio es un corazón repleto de esperanza porque conoce el amor y la misericordia divina. Vivir el Evangelio es hacerse a sí mismo evangelio vivo, testimonio elocuente y confesante de la buena noticia de Jesucristo. En el corazón del llamado y abrasado por el amor de Cristo se encuentra el origen y la raíz de toda vocación sacerdotal. Y para testimoniar el Evangelio de Jesucristo el apóstol deja familia y hacienda, seguridades y comodidades humanas, para hacer de su vida una existencia centrada en Dios y en el bien de los hombres. De esta manera, con la renuncia a lo que el mundo considera ganancia, en realidad el apóstol alcanza la verdadera dicha evangélica: el ciento por uno con la medida de la generosidad del Corazón de Dios.

Nuestro mundo necesita a Jesucristo; hacen falta apóstoles.

El mundo de hoy, dolorido e inseguro en la coyuntura difícil que estamos viviendo, necesita palabras verdaderas que iluminen su caminar. Ante la incertidumbre del futuro, la Iglesia alza su humilde voz para asegurar que sólo Jesucristo, Palabra de vida eterna, puede satisfacer plenamente las ansias de felicidad del corazón humano, y dar respuesta a los interrogantes últimos de la persona. En el Evangelio, los hombres y mujeres de hoy encontrarán aliento, consuelo y esperanza, pues la Palabra del Señor es brújula segura para la existencia y luz que ilumina la vida de los hombres. La pasión por el Evangelio genera esperanza para el presente y para el futuro porque es Dios quien pronuncia su Palabra. Sí, necesitamos del Evangelio para vivir plenamente. Por ello, hacen falta apóstoles audaces y valientes de Cristo para que el Evangelio resuene en el mundo y sea a cogido en el corazón de los hombres. Es el amor de Cristo el que nos apremia a entregar la vida por Él y por la causa del Evangelio.

El trabajo apostólico no admite titubeos ni demoras. El Evangelio no entiende de tibiezas, ni mediocridades en la entrega. El momento actual de la Iglesia, abierta al reto de la Nueva Evangelización, pide un compromiso integro del conjunto del pueblo cristiano, y singularmente de sus pastores. Como dice Benedicto XVI, “no hay prioridad más grande que ésta: abrir de nuevo al hombre de hoy el acceso a Dios, al Dios que habla y nos comunica su amor para que tengamos vida abundante (Cf. Jn. 10, 10)” (Verbum Domini 2). Hacen falta, pues, apóstoles, jóvenes generosos y valientes, crecidos en la intimidad con la Palabra de Dios y en el trato de amistad con Jesús Eucaristía, que vengan a ser testigos creíbles del Evangelio, verdaderos hombres de Dios en medio de nuestro pueblo, capaces de mostrar con vigor y audacia a Jesucristo como fuente de sentido y esperanza para el mundo. Necesitamos jóvenes entregados totalmente a Jesucristo y a su obra de salvación, que afirmen con el testimonio de sus vidas consagradas que entre las sombras del mundo emerge la esperanza que nace del Evangelio, que es capaz de trasformar la vida dándole sentido y belleza. Trabajar para que sean cada vez más los hombres y mujeres que puedan experimentar la alegría y la esperanza que brotan del encuentro con el Señor, es la vida propia de la Iglesia, su principal tarea y casi la única misión que ha recibido de su Señor.


viernes, 16 de marzo de 2012

TE PROMETO UNA VIDA APASIONANTE


"Cristo sigue llamando a jóvenes discípulos para hacerlos apóstoles suyos, permaneciendo así viva la misión de la Iglesia y la oferta del Evangelio al mundo" Benedicto XVI

miércoles, 14 de marzo de 2012

SALIR A POR AMOR

Cuando te atrevas a salir de casa por amor, y a volver a ella dispuesto a amar, abrirás los ojos a la profundidad del corazón del hombre, que ni desea otras cosas, ni siente que le falte nada cuando tiene esto. Entonces te darás cuenta de la mendicidad con la que caminamos, en busca de algo y sin saber bien qué es, y reconocerás que puedes dar gratis aquello que otros anhelan sin medida. Y te enriquecerás. Y todo cambiará a tu alrededor. Y lo difícil será fácil. Y las discusiones serán diálogos. Y las peleas dejarán paso a los saludos. Y las dudas marcharán detrás de la confianza sin poder alcanzarla ni adelantarle el puesto. Y lo negro se inundará de color chillón y llamativo, signo indicativo de la Vida mayúscula. Y nadie sentirá que le falta lo que tiene, ni saciará su sed torpemente en los arroyos. La preocupación no será entonces el tiempo, sino cómo se vive el tiempo. Y dejaremos de pensar en posibilidades múlitples para múltiples satisfacciones, porque la austeridad dejará de ser el recurso de los pobres para ser la maravilla de los felices que no pretenden cosas teniendo aquello de lo que hablar con alegría, hermosura y pasión.

lunes, 12 de marzo de 2012

CUARESMA, ES LA HORA DE...



LA HORA DE LA CONVERSIÓN. Es una llamada a redescubrir nuestro origen. A poner en hora nuestra vida cristiana. No es tanto un esfuerzo personal cuanto, de nuevo, ir al encuentro de Aquel que nos ama.
LA HORA DE LA VERDAD. No caminamos hacia la nada. El tiempo de cuaresma nos pone en órbita hacia la Pascua. Nuestro final definitivo no es la gran mentira en la que viven sumidos muchos hombres. Nosotros, porque Cristo nos lo aseguró con su propia existencia, sabemos que hay una gran Verdad: la vida de Jesús y sus promesas.

LA HORA DE LA CARIDAD. Sin obras, nuestra fe, queda coja. Pero, nuestras obras sin referencia a Dios, pronto se agotan. Pueden derivar incluso en el puro humanismo. La hora de la caridad cuaresmal nos centra en Aquel donde nace el paradigma del amor: Cristo.

LA HORA DEL SILENCIO. El silencio es un bien escaso. No se encuentra en cualquier lugar ni se compra en cualquier establecimiento. Una campana, una iglesia abierta….pueden ser una llamada a poner en orden lo que tal vez llevamos atrasado: la visita con el Señor. La oración.

LA HORA DE LA PALABRA. ¿Cómo podemos encontrar el camino si no dejamos que el Señor nos lo indique? El reloj cuaresmal nos hace llegar con prontitud a la escucha de la Palabra. Es un tiempo de audición de lo santo, de captar aquello que es esencial para nuestra fe.

LA HORA DEL AYUNO. Acostumbrados a mirar al reloj para la hora de la comida, la cuaresma, lo paraliza. Nos hace comprender que, la ansiedad, no es buena consejera para tener hambre de Cristo. Es un buen momento para ayunar de excesos, malos modos, blasfemias, odios, ingratitud, preocupaciones, críticas…..

LA HORA DE LA PENITENCIA. Nos gusta el llano y antes que una simple carretera preferimos la autopista. La cuaresma nos recuerda que el sacrificio nos mantiene vigorosos, lo mismo que el entrenamiento hace grande y fuerte a un futbolista. Rectificar es de sabios y moderar ciertos comportamientos nuestros nos pueden encaminar a identificarnos más con Cristo.

LA HORA DE LA CONFESIÓN. Hasta la mejor prenda necesita, de vez en cuando, ser llevada a una buena lavandería. Nuestras almas, en las que se encuentra impreso el sello de Hijos de Dios, tienen derecho a ser puestas a punto. La hora de la confesión nos facilita un nuevo rostro: la alegría de sentirnos reconciliados con Dios y con nosotros mismos.

LA HORA DEL HERMANO. El encuentro con Jesús empuja al abrazo con el hermano. No podemos observar el reloj cristiano y, a continuación, olvidarnos de las horas amargas en las que viven los que nos rodean. Poner a punto nuestra vida cristiana nos exige ayudar a aquellas personas que quedaron rezagadas en la felicidad, en el bienestar o en el amor.

LA HORA DEL CORAZÓN. Las prisas y los agobios, el estrés o el ritmo de vida que llevamos…presionan en exceso la serenidad de nuestro corazón. El reloj cuaresmal procura que, el corazón, vaya despacio, medite, reflexione, ame y se oxigene a la sombra del Corazón de Cristo.

LA HORA DE LA MISA. Frecuentemente señalamos el reloj y preguntamos ¿y si tomamos un café? El reloj cuaresmal nos interpela ¿y por qué no una eucaristía diaria? Nunca, en tan poco tiempo, se nos ofrece tanto: acogida, perdón, calor, palabra, fuerza, silencio, amor, paz interior y poder saborear lo que sólo Jesús nos puede dar: su Cuerpo y su Sangre.

ES TIEMPO DE CAMBIAR

UNA CASA NUEVA- 3er. DOMINGO DE CUERESMA

jueves, 8 de marzo de 2012

jueves, 1 de marzo de 2012

NECESITO DE TU MISERICORDIA

En esta Cuaresma, necesito, Señor, de tu MISERICORDIA.
Quiero sentir mi debilidad,
mi pobreza, mi miseria,
para que puedas derramarla a borbotones.
Te necesito y necesito sentir en mí
tu MISERICORDIA infinita,
sólo así podré llevarla a mis hermanos,
sólo así, podré ser tu profeta.

lunes, 27 de febrero de 2012

M. PIEDAD INTERCEDE POR TU CONGREGACIÓN

Beata Madre Piedad de la Cruz,
el Corazón de Jesús te confió la misión de fundar un Instituto Religioso,
y tú obedeciste en pura fe y en total humildad.
Hoy te pedimos por tus Hijas,
las Hermanas Salesianas del Sagrado Corazón de Jesús,
por sus comunidades y por las obras apostólicas que llevan entre manos.
Intercede ante Cristo para que nunca les falte la Misericordia que ÉL te prometió;
y para que surjan muchas y santas vocaciones a esta Congregación que Tú fundaste.

Beata Madre Piedad de la Cruz,
ayúdanos a todos a seguir las huellas de Jesús como tú las seguiste,
fiel y generosamente.
Y así, contigo, podremos bendecir y glorificar a la Santísima Trinidad
y a María, Madre de Misericordia, por los siglos de los siglos. Amén

domingo, 19 de febrero de 2012

BARRO VOCACIONADO DE DIOS

Beata Madre Piedad de la Cruz,
tú fuiste ese barro tantas veces
soterrado, escondido, olvidado, minusvalorado y hasta despreciado.
Pero Dios te miró con amor...
vislumbró en sus divinos proyectos lo que podría hacer de ti,
lo que podría recrear en ti...
Por eso te escogió con preferencia entre tantos y tantos barros.
Te llamó desde tu pequeñez e insignificancia.
Te vocacionó a ser mujer consagrada en su Pueblo.
Tú te dejaste amar, llamar, escoger y vocacionar.
Respondiste a su amor y a su llamada mansa y dócilmente,
sin resistencias, sin condiciones, sin exigencias.
Madre Piedad de la Cruz, enséñanos a dejarnos amar, a dejarnos llamar, a dejarnos hacer,
por el divino Alfarero, como Barro vocacionado de Dios.

jueves, 2 de febrero de 2012

JORNADA MUNDIAL DE LA VIDA CONSAGRADA

Los consagrados están llamados por su vocación, consagración y misión a vivir un estilo de vida, que exige, en primer lugar, la santidad de vida a la que toda la Iglesia está llamada. Este estilo se expresa visiblemente en los consejos evangélicos vividos en comunidad. A través de ellos se manifiesta la radicalidad y la novedad del seguimiento de Jesucristo.

La consagración es así instrumento de nueva evangelización. El beato Juan Pablo II, en la exhortación apostólica Vita consecrata, en un número dedicado a la nueva evangelización, afirmaba que «para hacer
frente de manera adecuada a los grandes desafíos que la historia actual pone a la nueva evangelización, se requiere que la vida consagrada se deje interpelar continuamente por la Palabra revelada y por los signos de
los tiempos […] Las personas consagradas, en virtud de su vocación específica, están llamadas a manifestar la unidad entre autoevangelización y testimonio, entre renovación interior y apostólica, entre ser y actuar, poniendo de relieve que el dinamismo deriva siempre del primer elemento del binomio» (VC, 81).

Oh Señor: mira con ojos de misericordia a estos hijos tuyos y a estas hijas tuyas: un día nos llamaste y nosotros te seguimos. Lo dejamos todo por Ti. Renueva hoy en nuestras vidas el fuego ardiente del amor primero. Ayúdanos a caminar presurosos tras tus huellas e infunde en nuestros corazones el auténtico seguimiento que nace del Evangelio. Danos la adhesión del corazón a tu Palabra y la comunión sincera con nuestra Madre la Iglesia. Haznos fieles cooperadores de la Verdad y leales colaboradores de tu Reino.


miércoles, 1 de febrero de 2012

M. PIEDAD TESTIGO DE ESPERANZA

Esperanza es no bajar los brazos, confiar, esperar con la firme convicción de que sucederá lo que esperas, y de que si ello no ocurre es porque va a pasar algo mejor que lo esperado.
Esperanza es alegría, alegría del mañana si no puede ser hoy.
Esperanza es la respuesta de Dios a tus oraciones, a las veces que golpeas su puerta.
Y sobre todo esperanza es un sentimiento interno que te da fuerzas para seguir.
Cuando ves hambre, esperanza es pan para todos.
Cuando ves dolor, esperanza es alegría para todos.
Cuando ves necedad, esperanza es sabiduría para todos.
Cuando ves odio, esperanza es amor para todos.
Cuando ves intereses de unos pocos, esperanza es el interés de todos.
Cuando rezas a Cristo, esperanza es verlo bajar del cielo  y estar para siempre con el Señor .

Y ete mes de febrero, necesitamos vivir la esperanza. Pero no lo vamos  a hacer solos, lo haremos de la mano de la BEATA PIEDAD DE LA CRUZ. Ella va a ser nuestra compañera de camino, porque vivió la esperanza, porque la transmitió con los que más la necesitaban, porque fue TESTIGO DE ESPERANZA.

Hoy, como ella, estamos llamados, también nosotros, a ser testigos de esperanza.

¿TE ATREVES?...

domingo, 22 de enero de 2012

PESCADORES DE HOMBRES

Lectura del santo evangelio según san Marcos
Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía: «Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.»

Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago. Jesús les dijo: «Venid conmigo y os haré pescadores de hombres.»

Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con él.

Jesús nos llama e invita a unirnos a ese proyecto. Los primeros discípulos responden con una sorprendente generosidad e rapidez: “inmediatamente”. Dejaron las redes, es decir, se desenredaron de los lazos de ese mundo viejo y se pusieron en camino. En el mismo no dejarán de tener dificultades, oscuridades, conflictos entre ellos mismos, incluso caídas; pero, ya desenredados, su camino es un proceso de aprendizaje vital de la persona del Maestro y de las leyes del nuevo reino (en síntesis, la ley del amor), un proceso de renovación personal en el que, sin dejar de ser lo que eran (pescadores), desplegarán lo mejor de sí mismos y desarrollarán posibilidades más altas (pescadores de hombres).

domingo, 8 de enero de 2012

TÚ ERES MI HIJO AMADO


Lectura del santo evangelio según San Marcos 1, 7-11


En aquel tiempo proclamaba Juan:
Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco ni agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero el os bautiza con Espíritu Santo.
Por entonces llegó Jesús desde Nazaret de Galilea a que Juan lo bautizara en el Jordán. Apenas salió del agua, vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar hacia él como una paloma. Se oyó una voz del cielo: Tú eres mi hijo amado, mi predilecto.

La fiesta del bautismo de Jesús se enmarca en un contexto de epifanía. El niño de Belén, adorado por los pastores y los magos, acogido y sostenido en los brazos de Simeón, el Hijo de María, la virgen nazarena, es el Hijo amado de Dios.
La identidad de Jesús, que hoy se nos anuncia y manifiesta, es la razón que fundamenta nuestra fe. Solo porque Jesús es la revelación suprema de Dios, creer en Él es un don y una exigencia. Se cree en una persona que es digna de crédito. El bautizado por Juan en el Jordán es acreditado por el Padre y por el Espíritu Santo. Dos testigos que no pueden mentir.
Este día nos evoca nuestro propio bautismo y la profesión de fe que hicieron en nuestro nombre y que debemos corroborar con nuestra adhesión consciente y viva al Dios Creador, al Espíritu santificador y al Hijo amado de Dios, Jesucristo.
El Papa Benedicto nos llama a convertir 2012 en el año de la fe. Creer en Dios es vivir de manera coherente con lo que sabemos que Él nos ha revelado como verdad. Somos criaturas suyas, a la vez que tenemos semejanza divina. Nos corresponde reconocer a nuestro Creador y Padre.

jueves, 8 de diciembre de 2011

MARÍA INMACULADA, LUZ DE ESPERANZA

Bendito eres, Señor,
porque has hecho bendita entre todas la mujeres
a María, madre de tu Hijo y madre nuestra.
En esta fiesta de María queremos alabarte y bendecirte
porque nos has entregado a tu Hijo,
a través de la encarnación, haciéndolo como nosotros.
Así como la venida de tu Mesías
es la fuente de nuestro júbilo y de nuestra esperanza,
así también el gesto de María,
disponible y obediente a recibir con fe la Palabra divina
en su venida sobre la tierra, nos llena de alegría.
Sabemos, Padre, que la acogida que, en su seno,
reservó María al Verbo hecho carne
fue resultado de un acto de fe profunda.
Por eso abrió la puerta de este mundo
al Mesías liberador.
Pero también sabemos que todos estos gestos suyos,
toda su vida, fue un don maravilloso
que Tú hiciste al género humano,
preparando el camino de la otra donación,
única y definitiva, que estabas gestando:
tu propio Hijo unigénito.
Eres grande y generoso, Señor,
porque has querido que una mujer
fuese la primera creyente en tu Palabra santa,
cuando se iba a encarnar en nuestra naturaleza humana.
Ante este actuar tuyo, tan distinto del nuestro,
no podemos sino repetir las palabras de María:
nuestra alma engrandece al Señor
y nuestro espíritu se alegra en Dios nuestro Salvador,
porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava.

domingo, 4 de diciembre de 2011

PREPARAD EL CAMINO



Lectura del santo evangelio según san Marcos 1,1-8
Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios.
Está escrito en el profeta Isaías: «Yo envío mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino.
Una voz grita en el desierto: 'Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos."»
Juan bautizaba en el desierto; predicaba que se convirtieran y se bautizaran, para que se les perdonasen los pecados. Acudía la gente de judea y de Jerusalén, confesaban sus pecados, y él los bautizaba en el jordán.
Juan iba vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y proclamaba:
- «Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias.
Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.»


«Una voz grita: en el desierto preparad el camino del Señor, en la estepa haced una calzada recta para nuestro Dios » (Is. 40,1). Este es el centro en torno al cual “gira” toda la liturgia del segundo domingo del tiempo de Adviento. El Señor pide a todos una auténtica apertura del corazón, para acoger su venida. El corazón, que a menudo anda por “caminos desviados” (cfr. Is. 40, 4-5) revive gracias a dos factores fundamentales: el impacto con la realidad y el encuentro con una Presencia.

El modo más auténtico, más sencillo, más inmediato y, en el fondo, más humano para “preparar la venida del Señor”, es comenzar a recorrerlo: ponerse en marcha, aunque sea con pasos tímidos e inseguros, hacia Aquel que con todo su Ser, misericordioso y amante, viene gratuitamente al encuentro del hombre. Y teniendo siempre, como insuperable modelo, el “paso presuroso” de la Santísima Virgen que va al encuentro de su prima Isabel.

viernes, 14 de octubre de 2011

¡AQUÍ NOS TIENES, SEÑOR!




"¿Qué buscáis?. Maestro, ¿dónde vives?... Venid y lo veréis" (Jn 1, 37-39)


Irene, Isabel y Febronia, jóvenes keniatas, han escuchado esta invitación del Señor y, dejando atrás sus familias, su cultura, su país y tras un primer tiempo compartido en nuestra casa de Alcantarilla, han dado el primer paso en el seguimiento de Jesús: su ingreso al postulantado. En una celebración sencilla y muy emotiva, M. Consuelo López, Superiora General, les impuso la medalla, que las identifica como jóvenes en formación en la Congregación.


Han dado este paso llenas de alegría y con el convencimiento de querer seguir al Señor en el camino que un día emprendiera M. Piedad de la Cruz. Como ella, quieren decir al Corazón de Jesús: "Señor, si me necesitas, aquí estoy".


Seguid los consejos que M. Piedad daba a la jóvenes en formación:


"Hijas mías... aunque pequeñitas, procuren ser sólidas, fuertes, pues el Señor se vale a veces de elementos pobres y pequeños para cosas grandes; sean muy buenas y agradecidas a la gracia de la vocación y no teman las borrascas y los huracanes que se presentarán en la vida religiosa".


¡Felicidades hermanitas! Que el Sagrado Corazón os bendiga y os ayude en este camino que acabáis de emprender y que vuestro testimonio, sea ejemplo para otras jóvenes que quieren seguir al Señor.

martes, 20 de septiembre de 2011

NOVICIADO, UN TIEMPO PARA ENAMORARSE DE JESÚS



Estamos de enhorabuena y queremos felicitar a nuestras hermanas Victoria y Lucy que el 8 de Septiembre dieron un paso más en la respuesta a la llamada que Jesús les ha hecho: comenzaron su NOVICIADO. Fue una celebración muy sencilla, pero muy emotiva.


¡Felicidades hermanitas!¡Qué hermoso que hoy día hay jóvenes que se comprometen a seguir al Señor en la vida consagrada! Nada hay más hermoso que seguir la llamada de Jesucristo. Os espera un bello camino junto a Él. Que vuestra vida de intimidad con Él os vaya enseñando a tener los mismos sentimientos de su corazón, a ser PROFETAS DE SU MISERICORDIA como lo fue M. Piedad de la Cruz. Que sea un tiempo de enamorarse plenamente de Él. ¡FELICIDADES!


Y tú, ¿te atreves a dar una respuesta tan generosa?...

viernes, 9 de septiembre de 2011

¡ATRÉVETE A SOÑAR! ¡¡¡SÉ TESTIGO!!!



“Hemos puesto nuestra esperanza en el Dios vivo” (1ª Tim. 4,10)

Tras este año de gracia que el Señor nos ha concedido con la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en nuestro país, con la esperanza puesta en el Señor y con el deseo de seguir siendo testigos de Jesucristo, comenzamos este curso pastoral para seguir en la tarea de la evangelización de niños y jóvenes.

La JMJ no ha sido una meta final al trabajo de pastoral llevado a cabo estos últimos años, sino un punto de partida que nos hace ser más conscientes si cabe, de la urgencia de anunciar a Jesucristo, de revitalizar, acercar y promover la persona de Jesucristo, su mensaje, su evangelio, entre quienes aún no lo conocen o no lo quieren conocer. Un punto de partida lleno de ilusión, esperanza y energías renovadas.

Este nuevo curso, es también tiempo de gracia. Tiempo de gracia para dar un verdadero testimonio de esperanza, porque “...hemos puesto nuestra esperanza en el Dios vivo” (1ª Tim. 4, 10). El Papa, siguiendo el mensaje de Jesús, nos ha enviado a ser testigos de Cristo Resucitado con la fuerza del Espíritu Santo con estas palabras: “Llevad el conocimiento y el amor de Cristo por todo el mundo. Él quiere que seáis sus apóstoles en el siglo veintiuno y los mensajeros de su alegría. ¡No lo defraudéis!”. Un reto comprometido, pero esperanzador. Ser testigos del Señor supone sembrar esperanza, soñar que un mundo nuevo es posible. A esto estamos llamados.

No tengamos miedo, apoyémonos en su Palabra: “Recibiréis La fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos” (He 1, 8).

¡FELIZ CURSO PASTORAL 2011/12!

miércoles, 10 de agosto de 2011

JMJ MADRID 2011





Ya están llegando los primeros peregrinos a España, ya se presiente lo que en estos dos últimos años hemos estado preparando con tanta ilusión.


En cada diócesis española miles de jóvenes voluntarios, junto a los responsables de pastoral, tienen ya preparada la acogida de estos peegrinos con un sin fin de actos que nos ayudarána todos a vivir y compartir nuestra fe, con la alegría de sabernos firmes en el Señor Jesús.


Es tiempo de intensificar nuestra oración, de pedir al Señor por estos jóvenes, que estarán presentes en la Jornada y por los que por uno u otro motivo la seguirán desde sus hogares.


¡BIENVENIDOS A ESPAÑA PEREGRINOS!

sábado, 16 de julio de 2011


Lectura del santo evangelio según san Mateo (13,24-43):

En aquel tiempo, Jesús propuso otra parábola a la gente: «El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras la gente dormía, su enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó. Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció también la cizaña. Entonces fueron los criados a decirle al amo: "Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde sale la cizaña?" Él les dijo: "Un enemigo lo ha hecho." Los criados le preguntaron: "¿Quieres que vayamos a arrancarla?" Pero él les respondió: "No, que, al arrancar la cizaña, podríais arrancar también el trigo. Dejadlos crecer juntos hasta la siega y, cuando llegue la siega, diré a los segadores: Arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo almacenadlo en mi granero."»
Les propuso esta otra parábola: «El reino de los cielos se parece a un grano de mostaza que uno siembra en su huerta; aunque es la más pequeña de las semillas, cuando crece es más alta que las hortalizas; se hace un arbusto más alto que las hortalizas y vienen los pájaros a anidar en sus ramas.»
Les dijo otra parábola: «El reino de los cielos se parece a la levadura; una mujer la amasa con tres medidas de harina y basta para que todo fermente.»
Jesús expuso todo esto a la gente en parábolas y sin parábolas no les exponía nada. Así se cumplió el oráculo del profeta: «Abriré mi boca diciendo parábolas; anunciaré los secretos desde la fundación del mundo.»
Luego dejó a la gente y se fue a casa. Los discípulos se le acercaron a decirle: «Acláranos la parábola de la cizaña en el campo.»
Él les contestó: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del reino; la cizaña son los partidarios del maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha es el fin del tiempo, y los segadores los ángeles. Lo mismo que se arranca la cizaña y se quema, así será el fin del tiempo: el Hijo del Hombre enviará sus ángeles y arrancarán de su reino a todos los corruptos y malvados y los arrojarán al horno encendido; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su padre. El que tenga oídos, que oiga.»

Dios no se impone desde fuera, sino que transforma a las personas desde dentro. No domina con su poder, sino atrae con su amor hacia el bien. No fuerza la libertad de nadie sino que se ofrece para hacer más dichosa nuestra vida. Así hemos de actuar también nosotros si queremos abrir caminos a su reino.
Está comenzando un tiempo nuevo para la Iglesia. Los cristianos vamos a tener que aprender a vivir en minoría, dentro de una sociedad secularizada y plural. En muchos lugares, el futuro del cristianismo dependerá en buena parte del nacimiento de pequeños grupos de creyentes, atraídos por el evangelio y reunidos en torno a Jesús.
Poco a poco, aprenderemos a vivir la fe de manera humilde, sin hacer mucho ruido ni dar grandes espectáculos. Ya no cultivaremos tantos deseos de poder ni de prestigio. No gastaremos nuestras fuerzas en grandes operaciones de imagen. Buscaremos lo esencial. Caminaremos en la verdad de Jesús.
Siguiendo sus deseos, trataremos de vivir como "fermento" de vida sana en medio de la sociedad y como un poco de "sal" que se diluye humildemente para dar sabor evangélico a la vida moderna. Contagiaremos en nuestro entorno el estilo de vida de Jesús e irradiaremos la fuerza inspiradora y transformadora de su Evangelio. Pasaremos la vida haciendo el bien. Como Jesús.