domingo, 31 de enero de 2010

M. PIEDAD, UN SÍ A LA VIDA

Ya es febrero, un mes especial para toda la familia Salesiana, un mes especial en este Año Vocacional. M. Piedad, su vida nos trae el recuerdo de ese SI que ella dio desde muy joven al Señor y que se transformó en un camino de búsqueda constante de Él para ser toda suya y desde Él a los hermanos más necesitados.
Este mes queremos mirarte y que te miren muchos jóvenes, que puedan descubrir en ti caminos de seguimiento del Señor, que tu vida les lleve a encontrar la Vida...
Estaremos contigo y viviremos desde ti.


TE ESCOGÍ..., TE CONSAGRÉ

Lectura del santo evangelio según san Lucas (4,21-30):
En aquel tiempo, comenzó Jesús a decir en la sinagoga: «Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír.»Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de sus labios. Y decían: «¿No es éste el hijo de José?»Y Jesús les dijo: «Sin duda me recitaréis aquel refrán: "Médico, cúrate a ti mismo"; haz también aquí en tu tierra lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaún.»Y añadió: «Os aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra. Os garantizo que en Israel habla muchas viudas en tiempos de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, más que a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, más que Naamán, el sirio.»Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco del monte en donde se alzaba su pueblo, con intención de despeñarlo. Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se alejaba.

“Te escogí… te consagré… te envío… Yo estoy contigo para librarte”. Jeremías toma conciencia de su vocación como profeta. ¿Cuántos nos vemos identificados con esta llamada-invitación?, ¿o con esta consagración-misión?, ¿o con esta fiel compañía favorable?... La conciencia de sentirme llamada, me hace bien, me hace feliz. Y la razón primera y última de esta elección-consagración-misión es alcanzar y disfrutar lo excelente, lo máximo, en cristiano, “ambicionando lo mejor”. Para ello el camino mejor es el amor. Amor paciente, afable, no envidioso ni presuntuoso, no egoísta ni mal educado… Un amor así, no pasa nunca, no se acabará.
Sólo los que aman mucho son capaces de mantenerse constantes en el momento del rechazo. Siguen amando porque para ellos el amor no es una emoción sino una actitud, un estilo de vivir. Saben que Dios es amor. Y que solo amando podremos hacer un mundo más humano, más fraterno: el mundo que Dios quiere.

martes, 26 de enero de 2010

CUENTA CONMIGO, SEÑOR



Cuenta conmigo, Señor.
Porque me lo pides, Tu …
porque me lo pides,
te digo que puedes contar conmigo.
En medio del mar agitado de la vida,
tú me envías a los demás,
para que sea testigo del Evangelio;
para que sea entre ellos y para ellos,
ese «Pan partido»,
con que tú quisiste que te hiciéramos presente.
Hazme testigo de tu vida entregada:
mi corazón, llénalo de tu amor;
mis ojos, llénalos de tu ternura;
mis oídos, de tu atención;
mis pies, de tu diligencia;
mis manos, de tu entrega.
Gracias anticipadas, Señor,
por la vida que pueda hacer crecer.
Y gracias, sobre todo,
por la vida que has hecho nacer en mi corazón.

domingo, 24 de enero de 2010

HAITÍ, DOCE DE ENERO



Doce de enero y ruge fiero el suelo gris
Un zarpazo infinito hiere Haití
Palacios y casitas pobres de latón
Son el polvo y la ruina en el dolor
Gritos al cielo preguntando por qué
Qué sentido tiene vivir para doler
No hay atajos que sirvan para comprender
A los mismos siempre les toca perder
Está bien que los pueblos
Se vuelquen a ayudar pero en un tiempo
De eso qué quedará
Sólo cambian las cosas
Si se va más allá lo inevitable
Puede sólo arañar
Doce de enero y calla leve el cielo gris
Del fondo de la tierra brota Haití
En los rostros un miedo que se congeló
No creen sus ojos lo que allí pasó
Doce de enero y ruge fiero el suelo gris
Aunque malherido vive Haití

EN LAS FUENTES DE LA ALEGRÍA CON SAN FRANCISCO DE SALES


“No perdáis el espíritu de santa alegría en todos vuestros actos y palabras, pues con ella daréis consuelo a cuantos os vean, para que glorifiquen a Dios, lo cual es nuestra única pretensión. Conservemos siempre la alegría en nosotros, viviendo abandonados a la voluntad divina.
Vivid en paz y alegre, o al menos, contenta con todo lo que Dios quiera y haga con vuestro corazón. Conservad vuestro corazón dilatado ante Dios, estad siempre alegre en su presencia. Nos ama, nos quiere, es todo nuestro el dulce Jesús; seamos enteramente y solamente de Él; querámosle, y, aunque las tinieblas y las tormentas nos rodeen y las aguas de la amargura nos lleguen al cuello, con tal de que Él nos sostenga, no hay nada que temer.
Las penas, las aflicciones, las contradicciones, no deben quitarnos la alegría; son el camino del cielo y nunca faltan a los hijos de Dios.
Vivid pues, cada vez más y más de este celestial amor de nuestro Señor; a ello os obligan las mil bendiciones que os ha enviado, especialmente el deseo que os ha dado de amarlo y de desearlo. Y vivid gozosa y santamente contenta en ese deseo, incluso en medio de los disgustos y aflicciones, que nunca faltan a los hijos de Dios.
Por eso mismo, la alegría triunfará de todas las dificultades de la vida religiosa:
Vivid alegre, nuestro Señor os mira, y os mira con amor y con tanta mayor ternura cuanto mayor sea vuestra debilidad”.

EL ESPÍRITU ESTÁ SOBRE MÍ

Lectura del santo evangelio según san Lucas (1,1-4; 4,14-21):
"Excelentísimo Teófilo: Muchos han emprendido la tarea de componer un relato de los hechos que se han verificado entre nosotros, siguiendo las tradiciones transmitidas por los que primero fueron testigos oculares y luego predicadores de la palabra. Yo también, después de comprobarlo todo exactamente desde el principio, he resuelto escribírtelos por su orden, para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido.En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea con la fuerza de] Espiritu; y su fama se extendió por toda la comarca. Enseñaba en las sinagogas, y todos lo alababan.Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: «El Espíritu del Señor está sobre mi, porque él me ha ungido. Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista. Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor.»Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Y él se puso a decirles: «Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír.»
Al terminar de leer la lectura del profeta Isaías, Jesús dejó a un lado el rollo del libro y pronunció la más breve homilía de la historia, y la más enjundiosa: “Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír”. No hay más que hablar. Hay que salir a la calle para comunicar a todos que Dios nos ama, que nos regala la libertad y que éste, aquí y ahora, es el año de gracia del Señor para todos

sábado, 23 de enero de 2010

HAITÍ



Mueve, Señor, nuestros corazones a la solidaridad.
En el silencio, elevo mi oración por el pueblo haitiano.

viernes, 22 de enero de 2010

A MARÍA


Acuérdate, dulce Virgen, que eres mi Madre
y que soy tu hijo; que eres poderosa
y ya soy una pobre criatura, vil y débil.
Te suplico, muy dulce Madre, que me gobiernes
en todos mis caminos y acciones.

No digas, que no puedes, porque tu Hijo
Bien amado te ha dado poder,
tanto en el cielo como en la tierra.

No digas que no debes, porque eres
la Madre común de todos los pobres humanos
y particularmente la mía.

Si no pudieras, te excusaría diciendo:
Es verdad que es mi Madre
y que me quiere como su hijo,
pero la pobre, carece de poder.

Si no fueses mi Madre, tendría paciencia diciendo:
Es suficientemente rica para asistirme,
pero, puesto que no es mi Madre, no me ama.

Pero, Virgen dulce, puesto que eres mi Madre,
y que eres muy poderosa,
¿cómo te excusaría si no me consuelas?
Ya ves, Madre, que estás obligada
a atender todas mis demandas.

(San Francisco de Sales)

domingo, 17 de enero de 2010


Lectura del santo evangelio según san Juan (2,1-11):

"En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda. Faltó el vino, y la madre de Jesús le dijo: «No les queda vino.»Jesús le contestó: «Mujer, déjame, todavía no ha llegado mi hora.»Su madre dijo a los sirvientes: «Haced lo que él diga.»Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una. Jesús les dijo: «Llenad las tinajas de agua.»Y las llenaron hasta arriba. Entonces les mandó: «Sacad ahora y llevádselo al mayordomo.»Ellos se lo llevaron. El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llamó al novio y le dijo: «Todo el mundo pone primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora.»Así, en Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos, manifestó su gloria y creció la fe de sus discípulos en él".
Comienza en la fiesta del amor, porque el amor es la única fuerza capaz de llenar de milagros la tierra. María participa en la fiesta de quienes gozan, bailan, disfrutan del vino, ríen, cantan, sin dejar de observar todo lo que sucede en ella. Su observación, activa y comprometida, le permite ver lo que nadie ve. Vive con atención afectuosa a lo que falta, pendiente de quien necesita ayuda, vive en actitud de interés y amistad hacia l@s demás, dispuesta a solucionar situaciones difíciles y momentos de apuro.
Haced lo que Él os dice. Son las últimas palabras de María en el Evangelio. No nos podía haber dicho nada más profundo y mejor. Estas palabras son el testamento de María. No volvió a decirnos nada más.
Las tinajas son símbolo de la antigua alianza que ya no da vida ni alegría, están vacías. Pesan, son de piedra, es difícil cambiarlas, moverlas. Jesús cambia el agua –purificaciones que ordenaba la ley-, por vino excepcional y abundante, símbolo de fiesta, de los nuevos tiempos mesiánicos, del amor, de la presencia del Reino y del compartir. En la boda en la que “falta el vino”, se ofrece el “vino bueno”, la mejor revelación del rostro de Dios.
Sin la disponibilidad de María, Jesús no hubiera nacido. Sin la respuesta de los sirvientes, el agua no se hubiera convertido en vino. Los milagros son también acción y responsabilidad humana. Jesús cuenta siempre con nosotros. Todos estamos llamados a hacer signos y, sobre todo, a ser signo que provoque, despierte, estimule la fe de los demás.
¿Qué puedo yo llevar al Señor?
Como los servidores de Caná, sólo agua, nada más que agua. Sin embargo, Él la quiere toda y precisamente aquélla. Y cuando las seis tinajas de piedra de mi humanidad sean ofrecidas a Élllenas de pobreza, colmadas de mi humanidad, de la que bien poco tengo que gloriarme, será Él quien convierta esta simple agua en el mejor de los vinos:
Él, el maestro experto en banquetes, que alegra a los pobres, un Dios que está de parte del vino, de la fiesta, un Dios feliz que da el placer de existir y de creer.

sábado, 9 de enero de 2010

Lectura del santo evangelio según san Lucas (3,15-16.21-22):
En aquel tiempo, el pueblo estaba en expectación, y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos: «Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego.» En un bautismo general, Jesús también se bautizó. Y, mientras oraba, se abrió el cielo, bajó el Espíritu Santo sobre él en forma de paloma, y vino una voz del cielo: «Tú eres mi Hijo, el amado, el predilecto.»
Todos los bautizados hemos entrado con Cristo en el agua y somos enviados a continuar su tarea.
¿Qué supone nuestro bautismo? ¿Cómo lo vivimos?
En el bautismo fuimos incorporados a Cristo, como los sarmientos a la vid, y ungidos con el crisma de la salvación para ser sacerdotes de un culto nuevo: la entrega gratuita a los demás; profetas de la esperanza, que anuncian el reino y denuncian cuanto lo impide; y reyes, señores de la libertad para amar y servir. Con el Espíritu recibido, podemos “sentir” al Padre: “tú eres mi hijo”. La Eucaristía es el culmen de la unción bautismal. Nos hace cuerpo de Cristo y nos compromete a vivir el amor de hijos y el servicio de hermanos.
El bautismo nos hace a todos testigos y enviados. Somos nosotros la Iglesia; no sólo los sacerdotes, religiosos y obispos. Todos los bautizados hemos sido constituidos testigos y misioneros del Evangelio, transmisores de la fe.
Celebremos el bautismo del Señor y reconozcamos en Cristo al enviado del Padre como salvador y como Mesías, como hijo muy amado, en la fiesta de su bautismo.

viernes, 8 de enero de 2010

BENDICIÓN PARA EL NUEVO AÑO


Que tu visión interior sea transformada para que puedas ver más claramente tu propio viaje con toda la humanidad como un viaje de paz, esperanza y unidad (Nm 24, 15-17;Jn 20, 20).

Que tu Dios sea alguien en el que te puedas apoyar en os momentos débiles y dolorosos. Que conozcas a Dios como tu roca, tu refugio, tu fuerza, tu consuelo y apoyo (Sal 94, 18).

Que seas consciente de todos los lugares por los que te llevan tus pies en el nuevo año. Que conozcas qué bellos son los pies del mensajero que anuncia la buena noticia (Is 52,7).

Que no tengas miedo a las preguntas que oprimen tu corazón y tu mente. Que las acojas y esperes pacientemente el día en que encontrarán contestación (Mt 11, 3).
Que seas el que da la bienvenida con una sonrisa a los que te estrechen tu mano; las manos que extiendas a todo el mundo te bendecirás con su presencia (Lc 7, 36-50).

Que sea tuyo el regalo de la reverencia por todas las cosas creadas. Que te enfrentes con valentía y entusiasmo a la responsabilidad de preservar y cuidar la belleza de la tierra (Sir 42, 15; 43, 33).

Que el manantial de la misericordia mane profundamente dentro de ti hasta que puedas probar las lágrimas de tus hermanos (2Cor 1, 3-7).

Que te despiertes cada mañana con la acción de gracias en tus labios y en tu corazón, reconociendo que todo es don, que todo es bendición (Sal 138, 1).

Que tu amistad con Dios sea fuerte y sana. Que ese amor sea a la vez consuelo y reto mientras luchas por encontrar el camino en el año nuevo (Jn 21, 15-19).

Que tu espíritu esté abierto y alerta para descubrir la voluntad de Dios para ti. Que tu oración sea de sabiduría, orientación y profundo entendimiento del camino de Dios para ti (Lc 1, 26-38)

Que todos los instantes de tu vida durante este año 2010 seaN un nuevo regalo para Dios.

miércoles, 6 de enero de 2010

QUERIDOS MAGOS:


QUERIDOS MAGOS:
Este año podéis cambiar el oro, incienso y mirra, por otras cosas que necesitamos más.Os pedimos ...
Equilibrio, para que encontremos la mejor manera de vivir.
Serenidad, para que sepamos aceptar las dificultades del camino.
Encuentros, para que nos disfrutemos mutuamente.
Romances, para que no dejemos que la rutina apague nuestro amor.
Austeridad, para que aprendamos a vivir en la libertad del no tener todo.
Energía, para que no decaigamos ni vivamos una vida rutinaria y mortecina.
Comunicación, para que dialogando nos sintamos profundamente iguales.
Creatividad, para reinventar el momento, las relaciones y la vida.
Ternura, para llenar el mundo de Amor y sentirnos tod@s
herman@s.
Diversión, para poder vivir la apasionante aventura de la vida con chispa y con humor.
Intimidad, para cuidar los momentos especiales con Dios y con l@s demás.
Resurrección, para que estemos convencid@s de que no hay muerte que nos pueda.
Y, sobre todo, traednos a Dios, a ese Dios que os encontrasteis,porque con Él en nuestra vida conseguiremos mucho más que todo lo que podamos pedir y desear.

REGALA LA LUZ DE LA FE



Dios nace y se manifiesta: nace para manifestarse, para comunicarse, para hacerse accesible a todos. Esto tiene una importante consecuencia para la comprensión de nuestra fe, que no puede reducirse a una “opción privada”, a una íntima convicción que no debe manifestarse. Hoy, con frecuencia, en nombre de una tolerancia mal entendida, se nos invita a profesar la fe con tal de que no la manifestemos, de que la practiquemos en nuestro fuero interno, en el ámbito privado de nuestras asambleas litúrgicas, pero renunciando a tratar de que la fe impregne nuestro actuar, nuestro pensamiento y nuestra presencia pública. Es pedir un imposible. Jesús no vino al mundo a fundar un club privado, sino a decirnos que Dios es nuestro Padre, que nosotros somos sus hijos y que todos somos hermanos. Así pues, respetando sin ambages la libertad de cada uno y renunciando a imponer nada a nadie, los cristianos no podemos dejar de proclamar el significado y la importancia para todos de lo que nuestra fe proclama, y de testimoniar, invitando a todos, a acercarse a conocer personalmente al hijo de Dios hecho hombre. Y es que la nuestra es una opción personal, pero no, en modo alguno, una opción privada.
Los magos confiesan y testimonian con sus regalos. Nosotros deberíamos tratar de regalar al mundo el testimonio de nuestra fe, sin miedo y sin vergüenza. Es el mejor regalo que le podemos hacer, pues el mundo necesita de este niño que ha nacido en Belén. Regalar la luz que hemos visto en medio de la noche y que hemos recibido con nuestra fe. Sí, ese es el mejor regalo que podemos y debemos hacer en este mundo no ideal en el que Jesús ha nacido para todos: ser nosotros mismos estrellas que indican el camino que lleva a Belén a todos aquellos que buscan a Dios, que necesitan a Cristo, aun sin saberlo.