sábado, 12 de septiembre de 2009

¿QUIÉN DECÍS QUE SOY YO?

Lectura del santo evangelio según san Marcos
Tú eres el Mesías. . . El Hijo del hombre tiene que padecer mucho. En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a las aldeas de Cesarea de Felipe; por el camino, preguntó a sus discípulos: "¿Quién dice la gente que soy yo?" Ellos le contestaron: "Unos, Juan Bautista; otros, Elías; y otros, uno de los profetas." Él les preguntó: "Y vosotros, ¿quién decís que soy?" Pedro le contestó: "Tú eres el Mesías." Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie. Y empezó a instruirlos: "El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, tiene que ser condenado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar a los tres días." Se lo explicaba con toda claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo. Jesús se volvió y, de cara a los discípulos, increpó a Pedro: "¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!" Después llamó a la gente y a sus discípulos, y les dijo: "El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Mirad, el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará."

¿Quién eres Tú, Señor?... ¿Qué dice la gente de Ti?...
Nuestro corazón te conoce y te responde:
Señor, Tú eres el Mesías...Tú nos amas y nos invitas a seguirte.
Nosotros queremos ir tras de Ti,
pero seguirte no siempre es fácil
porque las voces del mundo nos confunden a menudo
y por eso nos cuesta tanto reconocerte y responderte.

Pero nuestro corazón conoce que tú eres la Verdad de nuestro ser,
Tú eres el Camino que nos guía a la salvación,
Tú eres el Mesías que nos da la Vida y
que nos enseñas a entregarlapara que,
muriendo a nuestros egoísmos,ayudemos a los que sufren
para que así nuestros hermanos puedan tener vida en abundancia.

Señor, no dejes nunca de llamarnos, de interpelarnos...
No dejes nunca de preguntarnos y recordarnos quién eres Tú,
para que en Ti reconozcamos que Tú nos llamas a ser consuelo
que alivie y cure el dolor de nuestro prójimo.

Señor, envíanos tu Espíritu y que Él nos dé fortaleza
para cargar con nuestra cruz diaria
y nuestra cruz de la indiferenciaque nos impide ver
a nuestros hermanos más débiles que necesitan nuestra ayuda
y nuestra entrega porque Tú los amas.

Señor, envíanos tu Espíritu y que Él nos dé sabiduría
para comprender y entender tu Mensaje de Vida,
Tú que eres el Camino que de Verdad lleva a la Vida.
Señor, transforma Tú nuestras miserias
y ayúdanos a ser fieles a Ti ante las dificultades diarias
y los problemas cotidianos que nos separan de Ti
y de nuestros hermanos.

Señor, haz Tú que nada de este mundo nos paralice en tu seguimiento
y que nada nos aleje del estilo de vida
que Tú nos muestrasa través de tu Palabra y de tu Evangelio.
AMÉN.

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