sábado, 30 de agosto de 2008

EL QUE QUIERA VENIRSE CONMIGO...


Lectura del santo evangelio según san Mateo (16,21-27)


"En aquel tiempo, empezó Jesús a explicar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día. Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo: «¡No lo permita Dios, Señor! Eso no puede pasarte.» Jesús se volvió y dijo a Pedro: «Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas corno los hombres, no como Dios.» Entonces dijo Jesús a sus discípulos: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará. ¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar para recobrarla? Porque el Hijo del hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta."

Seguir a Jesús:
Es tener con Jesús una relación estrecha.
Es que su memoria y su presencia estén muy vivas en nosotros.
Es reavivar sin cesar en nosotros la memoria conmovedora del crucificado y la experiencia del resucitado.
Es hacer de su fe nuestra fe y hacer de su esperanza nuestra esperanza.
Es apropiarnos de sus criterios y de sus actitudes y de su conducta,adecuándolas a nuestro tiempo.
Es... ...

jueves, 28 de agosto de 2008

HIMNO DEL AMOR


Si yo tuviese en mí
todas las emisoras
y todos los tablados de rock del mundo entero
y los altares y cátedras y los parlamentos todos,
mas no tuviese Amor,
yo sería ruido sólo, ruido en el ruido.

Si yo tuviese el don de adivinar
y el don de llenar estadios
y el don de hacer curaciones
y una supuesta fe, capaz de trasportar cualquier montaña,
mas no tuviese Amor,
yo sólo sería un circo religioso.

Si yo distribuyese
los bienes que gané mal - quién sabe, quién no sabe-
en cestas de Navidad
y en aireados gestos caritativos
y fuese capaz de dar mi salud
en prisas y eficacias
mas no tuviese Amor,
yo sólo sería imagen entre imágenes.

Paciente es el amor y predispuesto, como regazo materno.
No tiene envidia ni se vanagloria.
No busca el interés como hacen los bancos:
sabe ser gratuito y solidario, como la mesa de Pascua.
No pacta nunca con la injusticia, nunca.
Hace fiesta de la Verdad.
Sabe esperar, forzando con coraje las puertas del futuro.
El Amor no pasará, pasando todo lo que no sea él.
En la tarde de esta vida nos juzgará el Amor.

Inmadura es la ciencia y gateando,
inmadura la ley, juguete el dogma.
El Amor ya tiene la edad sin edad de Dios.
Ahora es un espejo la luz que contemplamos,
un día será el Rostro, cara a cara.
Veremos y amaremos como Él nos ve, como nos ama.

Ahora están las tres:
la fe, que es noche oscura,
la pequeña esperanza, tan persistente;
y él, el Amor, que es el mayor.
Un día, para siempre,
lejos de toda noche y toda espera,
ya sólo será el Amor.

Pedro Casaldáliga

lunes, 25 de agosto de 2008

MI EQUIPAJE


Mi equipaje será ligero, para poder avanzar rápido.

Tendré que dejar tras de mí la carga inútil:

las dudas que paralizan y no me dejan moverme.

Los temores que me impiden saltar al vacío contigo.

Las cosas que me encadenan y me aseguran.


Tendré que dejar tras de mí el espejo de mí mismo,

el “yo” como únicas gafas, mi palabra ruidosa.


Y llevaré todo aquello que no pesa:

Muchos nombres con su historia,

mil rostros en el recuerdo,

la vida en el horizonte,

proyectos para el camino.


Valor si tú me lo das,

amor que cura y no exige.

Tú como guía y maestro,

y una oración que te haga presente:

“A ti, Señor, levanto mi alma,

en ti confío,no me dejes.

Enséñame tu camino,Mira mi esfuerzo.

Perdona mis faltas. Ilumina mi vida, porque espero en ti".

jueves, 21 de agosto de 2008

PERO, ¿QUÉ ES LA VOCACIÓN?



No es:
Un sentimiento: Muchas veces escuchamos decir "siento la vocación". En realidad la vocación no se siente. Es más bien una certeza interior que nace de la gracia de Dios y que exige una respuesta libre y voluntaria. Si Dios te llama, esta certeza irá creciendo en la medida que vayas respondiendo con generosidad.

Un refugio para el que tiene miedo a la vida.

Una carrera como cualquier otra.

Una seguridad matemática: en la vocación religiosa tienes que aceptar el riesgo de la misión, pero recuerda que es un riesgo en manos de Dios y en compañía de tu comunidad.

Sí es:

Un misterio de amor entre Dios que llama por amor y una persona que le responde libremente y por amor.
Una llamada a una misión en la tierra.

La decisión de un joven, de una joven que quiere dedicar su vida a ayudar a sus hermanos.

La vocación es un proceso como toda historia de amor.

Dios se esconde un poco cuando nos llama y es que quiere dejar el margen suficiente a nuestra libertad.

Una invitación de Dios a la felicidad. Sería un error pensar que Dios pueda proponernos algo que no nos haga felices.

martes, 19 de agosto de 2008

Y JESÚS TE RESPONDE


No quiero que me ofrezcas nada, te quiero a ti.

No me importan tus afanes, me importas tú.

No busques razones para nuestro encuentro, quiero estar contigo.

No andes preocupado por lo que me dices, me alegra escucharte.

No te importe el sentimiento, sino el sabernos juntos.


Por mi parte he decido estar contigo, y tú ¿quieres estar conmigo?

No te preocupes en mirar si mi agradas, me alegra el verte.

No busques, inquieto, temas de conversación, tu presencia me basta.

No intentes conquistar mi amor, sabes que te quiero desde antes de nacer.

No te justifiques de nada, sabes que te conozco por dentro.


No te entretengas en mil tareas, ¡vente conmigo!

No tengas miedo al silencio, yo lo habito.

No te espante la sensación de vacío, yo lo abrazo.

No huyas de la soledad, en ella es donde te espero.


No te obstines en tu mala memoria, yo soy sólo presente.

No te refugies en tu naturaleza, yo también la llevo.

No te bloquees por tu pobreza, te deseo a ti.

No anticipes fracasos ni futuros adversos, yo soy providente.

No dejes paso a la ansiedad, yo soy tu paz.

No te enredes en tus cuentas, yo soy más.

Prueba a permanecer en mí, y descubrirás la anchura de tu corazón:

“SÍGUEME”.

lunes, 18 de agosto de 2008

ORACIÓN DE UNA JOVEN LLAMADA





Jesús, estaba esperando este momento desde hace mucho tiempo. Necesitaba un rato a solas para hablar contigo y, sobre todo, para escucharte. La verdad es que, si soy sincera, Tú no dejas de enviarme tus mensajes. Lo que pasa es que no siempre los quiero recibir. A veces los ahogo con música, con amigos, con ruido... Pero, -no te lo puedo negar- siento un gran vacío, aunque a los demás les parezca lo contrario. En cambio, cuando luego viene tu invitación serena, se inunda el corazón de luz y de paz: «Sígueme».


En cuanto en lo profundo de mi conciencia percibo esa invitación, mi corazón se estremece pues sé que entre cientos, entre miles de jóvenes has puesto tu mirada en mí. Pero, ¿por qué, Señor, por qué a mí? ¿Qué tengo yo de especial para que me llames a seguirte, a ser tu discípula predilecta?


Y me viene a la mente la escena del llamamiento de los primeros discípulos y me digo a mí misma: «Bueno, ¿y qué tenían de especial Pedro, Santiago, Juan, Andrés...? ¿No eran hombres como los demás? ¿No tenían pecados como los demás? ¿No eran débiles, traidores y cobardes, como los demás?». Pero Tú los elegiste: «No sois vosotros los que me habéis elegido. Soy yo quien os he elegido». Y me sobrecoge pensar que ellos, esos pobres pescadores del lago de Tiberiades, no dudaron en dejar sobre la playa, muertas para siempre, esas redes que representaban toda su vida. Y a mí me cuesta tanto dejar mi familia, las comodidades del hogar, el cariño de mi novio, las posibilidades de mi carrera, mis planes personales, mi libertad...


Pero, por otro lado, también Tú me atraes y me atraes con una fuerza especial, pues Tú eres mucho más que cualquier persona o cosa en este mundo. Me atrae tu personalidad, tu generosidad hasta el límite, tu ternura para con nosotros los hombres, la mansedumbre de tu corazón, la grandiosidad de tu Reino. Sé que a tu lado encontraré la auténtica felicidad, que Tú apagarás mi sed de eternidad, que contigo dejaría una huella indeleble a mi paso por este mundo, haciendo el bien en tu nombre.


Pero, me da miedo. Me da miedo lanzarme a una aventura en la que me juego todo aunque también sé que lo puedo ganar todo.

Dame generosidad, Señor, para lanzarme sin titubeos tras de Ti, para cortar las amarras que me atan a la orilla y me impiden echarme a la mar del mundo contigo como capitán de mi barco. Dame valentía, dame fuerza. Sé que no tendré visiones, ni apariciones, ni nada. Pero tu voz no dejará de oírse en el interior de mi alma con una claridad que no admite lugar a equívocos: «Sígueme», será tu invitación imperturbable. Te seguiré, Señor. Te seguiré, adondequiera que vayas y me lleves. Iré contigo llevando mi cruz y resucitando contigo para salvar al mundo. Sólo te pido tres cosas: dame fe, dame generosidad, dame valor; en una palabra, dame amor.

domingo, 17 de agosto de 2008

TU MENSAJE DE CADA DÍA


TU MENSAJE DE CADA DÍA

Vivir amando.

Amar esperando.

Esperar acogiendo.

Acoger cantando.

Cantar sembrando.

Sembrar soñando.

Soñar construyendo.

Construir compartiendo.

Compartir bendiciendo.

Bendecir acompañando.

Acompañar caminando.

Caminar viviendo...

y vivir amando...

sábado, 2 de agosto de 2008

DADLES VOSOTROS DE COMER


LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 14, 13-21
"En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan, el Bautista, se marchó de allí en barca, a un sitio tranquilo y apartado. Al saberlo la gente, lo siguió por tierra desde los pueblos. Al desembarcar, vio Jesús el gentío, le dio lástima y curó a los enfermos. Como se hizo tarde, se acercaron los discípulos a decirle: "Estamos en despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que vayan a las aldeas y se compren de comer." Jesús les replicó: "No hace falta que vayan, dadles vosotros de comer." Ellos le replicaron: "Si aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces." Les dijo: "Traédmelos." Mandó a la gente que se recostara en la hierba y, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente. Comieron todos hasta quedar satisfechos y recogieron doce cestos llenos de sobras. Comieron unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños".
Los discípulos siguen escépticos, como tantas veces anteriormente. Entre la gente sólo hay cinco panes y dos peces. Para Jesús es suficiente: si compartimos lo poco que tenemos, se puede saciar el hambre de todos; incluso, pueden «sobrar» doce cestos de pan. Esta es su alternativa. Una sociedad más humana, capaz de compartir su pan con los hambrientos, tendrá recursos suficientes para todos.


En un mundo donde mueren de hambre millones de personas, los cristianos sólo podemos vivir avergonzados. Europa no tiene alma cristiana y «despide» como delincuentes a quienes vienen buscando pan. Y, mientras tanto, en la Iglesia son muchos los que caminan en la dirección marcada por Jesús; la mayoría, sin embargo, vivimos sordos a su llamada, distraídos por nuestros intereses, discusiones, doctrinas y celebraciones. ¿Por qué nos llamamos seguidores de Jesús?”



ORACIÓN del PAN

Danos el pan de cada día,
danos arrestos para trabajar la tierra
y sembrar y cosechar y repartir y comer.

Danos lo de cada día,no lo de mañana o pasado mañana,
para que no confiemos en nuestras seguridades,
sino en Ti y en tu providencia.

Arranca de nosotr@ s la ambición,
para que no acaparemos lo de otr@ s,
ni despojemos a nadie de lo suyo,
sino que sepamos respetar y colaborar.

Líbranos del egoísmo.
No nos dejes caer en el egoísmo,
ni en el etnocentrismo o el racismo.

Concédenos un corazón
poder llamarte cada día "Padre/Madre",
para poder llamar a todo el mundo, "hermano", "hermana",
y para ser hermanos repartiendo,
compartiendo sentados a la misma mesa en este mundo,
para sentarnos contigo
en la mesa de tu Reino.
Amén.