jueves, 3 de febrero de 2011

JÓVENES CONSAGRADOS, UN RETO PARA EL MUNDO




Como cada año desde que Juan Pablo II lo instituyera en 1997, hoy, día 2 de febrero se celebra la Jornada Mundial de la Vida Consagrada. Este año, y aprovechando la próxima visita del Papa en la Jornada Mundial de la Juventud, el lema elegido en España es "Jóvenes consagrados, reto para el mundo. Firmes en la fe".

Con este motivo, el Arzobispo electo de Oviedo y Presidente de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada, Mons. Jesús Sanz, ha hecho público un mensaje en el que habla de "la juventud no es un factor cronológico sin más, sino una actitud ante la vida, con la mente y el corazón. Hay viejos prematuros o jóvenes perennes, y esto lo da no tanto la edad sino el modo de vivir las cosas. Firmes en la fe significa para un cristiano, y máxime para un consagrado, estar arraigados en esa tierra que acoge las raíces y las permite nutrir a fin de que el árbol plantado junto a la buena acequia pueda seguir dando frutos en sazón".

Mons. Sanz ha continuado sus palabras asegurando que "el testimonio de los jóvenes consagrados acerca apasionadamente al Señor, hablando de una firmeza que arraiga en las auténticas raíces, y que narran desde un carisma suscitado por el Espíritu Santo en su Iglesia, lo que los demás jóvenes y el mundo entero necesitan ver: que los cristianos somos la prolongación en la historia la salvación de Dios".

El presidente de la CONFER, el jesuita Elías Royón, ha usado, como hilo conductor de su mensaje, las palabras de San Pablo a la comunidad de Corinto para animar a seguir firmes en la fe, "Será siempre", dice el mensaje, "el desafío y el anhelo esencial de nuestras vidas consagradas: permanecer arraigados en la roca que no se desmorona ni cede ante los vientos y las tempestades; llamados a dar testimonio del primado absoluto de Dios, del sentido trascendente de la vida y de los valores que ello comporta, ofreciendo a nuestra sociedad un estilo de vida alternativo donde prive la centralidad de Dios".

domingo, 30 de enero de 2011

BIENAVENTURADOS LOS QUE DESCUBREN A DIOS DENTRO DE ELLOS



Lectura del santo evangelio según san Mateo 5,1-12a
En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles: "Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados. Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra. Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo."

Gracias Señor y Dios nuestro porque Tú nos enseñas hoy
la mejor manera de seguirte y de ser buenos discípulos tuyos.
Gracias, Señor, porque Tú nos comprendes,
nos amas y deseas que seamos felices viviendo tu Evangelio.
Te damos Gracias porque Tú, Señor, nos llenas de esperanza
y nos ofreces respuestas claras para poder alcanzar
un estilo de vida Bienaventurado, siguiendo tu modelo de vida.
Tú, Señor y Dios nuestro, nos enseñas hoy y cada día
las actitudes que debemos tener para alcanzar la felicidad.
¡Tú, Dios nuestro, nos amas y nos bendices con tus enseñanzas!
Te pedimos, Señor, que nos ayudes a experimentar a diario,
como fruto y resultado del encuentro personal contigo,
el sistema de valores de las Bienaventuranzas que tú nos muestras.
Te pedimos, Señor Jesús de la Misericordia y Dios nuestro,
que nos des la valentía de saber dejar en cada momento
todo aquello que nos impida seguirte con fidelidad,
y danos el gozo de saber vivir cada una de tus Bienaventuranzas.
Amén.

PARA LOS SENCILLOS

jueves, 20 de enero de 2011

CONFÍA EN ÉL

Estamos en Enero y queremos recordar a un gran seguidor de Jesús: Francisco de Sales. Su vida y sus escritos nos acercan a Jesús, hace que el seguimiento sea fácil. Fíjate si no en sus palabras:


Sólo confía en Él y Él continuará conduciéndote seguramente a través de todo. Donde no puedas caminar, El te cargará en los brazos.
No te preocupes por lo que pueda ocurrir mañana; el mismo Padre eterno que cuida de ti hoy, se encargará de ti mañana y todos los días. Te protegerá del sufrimiento, o te dará la fuerza infalible para suportarlo.
Quédate, pues, en paz, y aleja todos los pensamientos de angustia.
Piensa muchas veces en Nuestro Señor, pues Él te ayudará a soportar tus problemas. Sólo acordándote de que tienes tal amigo, todos ellos serán incapaces de conmoverte.
S. FRANCISCO DE SALES

domingo, 16 de enero de 2011

ÉL



Lectura del santo evangelio según san Juan (1,29-34)
En aquel tiempo, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó: «Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Ése es aquel de quien yo dije: "Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo." Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel.»
Y Juan dio testimonio diciendo: «He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: "Aquél sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ése es el que ha de bautizar con Espíritu Santo." Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.»

Jesús no aparece en el Evangelio. Es Juan, el Bautista, el que habla de él. Dice que es el que quita el pecado del mundo, que ha visto como sobre él bajaba el Espíritu de Dios, que será el que nos bautice con el Espíritu Santo y que es el Hijo de Dios. Juan da testimonio de Jesús y, haciéndolo, provoca en nosotros el deseo de conocerlo, de acercarnos a él, de escuchar sus palabras. Aunque nada más sea por mera curiosidad, valdría la pena estar atentos a ese Jesús que nació pobre en un pesebre, que camina por nuestras calles. Se le encontrará lejos del Templo y de los centros de poder, y cerca de los pobres, los enfermos, los oprimidos, los pecadores... Pero, sorprendente, de él se dice que es el Hijo de Dios y que nos trae la salvación.


viernes, 14 de enero de 2011

jueves, 13 de enero de 2011

JESÚS PUEDE PASAR POR TU VIDA



Jesús puede pasar también por tu vida y decirte:

No quiero que me ofrezcas nada, te quiero a ti.
No me importan tus afanes, me importas tú.
No busques razones para nuestro encuentro,
quiero estar contigo.
No andes preocupado por lo que me dices,
me alegra escucharte.
No te importe el sentimiento, sino el sabernos juntos.

Por mi parte he decido estar contigo,
y tú ¿quieres estar conmigo?
No te preocupes en mirar si mi agradas,
me alegra el verte.
No busques, inquieto, temas de conversación,
tu presencia me basta.
No intentes conquistar mi amor,
sabes que te quiero desde antes de nacer.
No te justifiques de nada,
sabes que te conozco por dentro.

No te entretengas en mil tareas, ¡vente conmigo!
No tengas miedo al silencio, yo lo habito.
No te espante la sensación de vacío, yo lo abrazo.
No huyas de la soledad, en ella es donde te espero.
No te obstines en tu mala memoria, yo soy sólo presente.

No te refugies en tu naturaleza, yo también la llevo.
No te bloquees por tu pobreza, te deseo a ti.
No anticipes fracasos ni futuros adversos,
yo soy providente.
No dejes paso a la ansiedad, yo soy tu paz.
No te enredes en tus cuentas, yo soy más.

Prueba a permanecer en mí,
y descubrirás la anchura de tu corazón: “SÍGUEME”.

sábado, 25 de diciembre de 2010

viernes, 24 de diciembre de 2010

¡¡FELIZ NAVIDAD!!

"Se le cumplieron los días del alumbramiento,y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre..."

lunes, 20 de diciembre de 2010

domingo, 19 de diciembre de 2010

EL QUE VIENE ES ENMANUEL


Lectura del santo evangelio según san Mateo (1,18-24):

El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto.
Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: «José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.»
Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que habla dicho el Señor por el Profeta: «Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa "Dios-con-nosotros".»
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y se llevó a casa a su mujer.

Eso es la esperanza: un niño que va a nacer y que algo, desde muy dentro de nosotros, nos dice que es “Dios-con-nosotros”. Gracias a él podemos seguir mirando al futuro con esperanza y ver en cada hombre y mujer la presencia del amor de Dios, la dignidad inmensa que nos da el ser fruto de su amor. Esa esperanza se constituye en el mejor motor para empujar nuestros deseos de construir un mundo más hermano y más justo, un mundo donde nadie se sienta excluido por ninguna razón.
Esa esperanza la tenemos que cuidar como se cuida y atiende a un niño recién nacido. Es frágil y liviana. Está en nuestras manos. No podemos dejar que se caiga. Hay que alimentarla para que crezca y llegue a todos los hombres y mujeres de nuestro mundo. Para que los rostros contraídos por el dolor y el sufrimiento de cualquier tipo conozcan la sonrisa que provoca el amanecer.
El Adviento es mucho más que preparar la celebración de la misa de gallo. El Adviento toca lo más central de nuestra fe y hace que arraigue en nosotros la esperanza y que, como José, hagamos todo lo que nos mande el ángel para prepararle una casa digna –un mundo más justo– al Emmanuel.


sábado, 11 de diciembre de 2010

¿ERES TÚ EL QUE HA DE VENIR O TENEMOS QUE ESPERAR A OTRO?


Lectura del santo evangelio según san Mateo 11,2-11
En aquel tiempo, Juan, que había oído en la cárcel las obras del Mesías, le mandó a preguntar por medio de sus discípulos: "¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?" Jesús les respondió: "Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven, y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios, y los sordos oyen; los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el Evangelio. ¡Y dichoso el que no se escandalice de mí!"
Al irse ellos, Jesús se puso a hablar a la gente sobre Juan: "¿Qué salisteis a contemplar en el desierto, una caña sacudida por el viento? ¿O qué fuisteis a ver, un hombre vestido con lujo? Los que visten con lujo habitan en los palacios. Entonces, ¿a qué salisteis?, ¿a ver a un profeta? Sí, os digo, y más que profeta; él es de quien está escrito: "Yo envío mi mensajero delante de ti, para que prepare el camino ante ti." Os aseguro que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan, el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él."

Si alguien nos pregunta si somos seguidores del Mesías Jesús o han de esperar a otros, ¿qué obras les podemos mostrar? ¿qué mensaje nos pueden escuchar? No tenemos que pensar mucho para saber cuáles son los dos rasgos que no han de faltar en una comunidad de Jesús.
Primero, ir caminando hacia una comunidad curadora: un poco más cercana a los que sufren, más atenta a los enfermos más solos y desasistidos, más acogedora de los que necesitan ser escuchados y consolados, más presente en las desgracias de la gente.
Segundo, no construir la comunidad de espaldas a los pobres: al contrario, conocer más de cerca sus problemas, atender sus necesidades, defender sus derechos, no dejarlos desamparados. Son ellos los primeros que han de escuchar y sentir la Buena Noticia de Dios.
Una comunidad de Jesús no es sólo un lugar de iniciación a la fe ni un espacio de celebración. Ha de ser, de muchas maneras, fuente de vida más sana, lugar de acogida y casa para quien necesita hogar.

AHORA TE TOCA A TI. DESCÚBRELE EN TU VIDA Y ANÚNCIALE


miércoles, 8 de diciembre de 2010

MARÍA INMACULADA


Inmaculada significa plenitud de gracia, desborde de Dios. Dios, inhabitando en su corazón, se posesionó de él y “puso allí su morada”. Un día había mandado a la sabiduría: “habita en Jacob, sea Israel tu heredad”. Ahora es Él quien se decide a salir y habitar en el corazón de María y así la hizo Inmaculada; la traspasó de Él y la cinceló en Cristo. Su alma clara como el cristal, refleja a Cristo, incrustado en ella, ya que está esculpida “en el mismo Señor por una comunicación, que yo no sabré decir, muy amorosa” (santa Teresa). Corazón de la Inmaculada, cristal de Cristo, luna de Dios. Dios la hizo Inmaculada para nosotros.

Gracias, María, por tu libertad interior.
Gracias por anticipar nuestro destino.
Gracias por enseñarnos el rostro de una mujer creyente que,
aunque necesite preguntar y encontrar respuestas,
siempre está abierta a la Palabra.
Gracias por tu total disponibilidad que permitió nacer a Dios.
Actitud que propone el Nuevo Testamento
como la más adecuada para recibir y vivir el Reino.
Gracias por enseñarnos el valor de la libertad en nuestros actos.
Por ser ejemplo de diálogo.
Por aceptar el proyecto de Dios,
en el que desde el principio ha habido una MUJER.
GRACIAS.

domingo, 28 de noviembre de 2010

sábado, 13 de noviembre de 2010

EL JUEGO DE LA VIDA

CON VUESTRA PERSEVERANCIA OS SALVARÉIS


Lectura del santo evangelio según san Lucas 21, 5-19
En aquel tiempo, algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos. Jesús les dijo: "Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido."
Ellos le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?" Él contesto: "Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usurpando mi nombre, diciendo: "Yo soy", o bien: "El momento está cerca; no vayáis tras ellos.
Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque eso tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá en seguida."
Luego les dijo: "Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre. Habrá también espantos y grandes signos en el cielo.
Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a la cárcel, y os harán comparecer ante reyes y gobernadores, por causa mía. Así tendréis ocasión de dar testimonio. Haced propósito de no preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro.
Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os traicionarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán por causa mía. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas."

No aguardamos el terremoto ni la catástrofe. A quien esperamos es al Señor. El salmista pone en nuestros labios la actitud del creyente: “Tañed la cítara para el Señor. Aclamad al Rey y Señor. Aplaudan los ríos, aclamen los montes al Señor, que llega para regir la tierra”.Tiempo de realismo y de esperanza, de quebrar toda inercia y apatía, de profecía y testimonio, porque aguardamos el retorno glorioso de Jesucristo.



viernes, 12 de noviembre de 2010

¡¡FELICIDADES M. PIEDAD!!

M. PIEDAD UNA MUJER QUE DEJÓ HUELLA
Hoy celebramos el aniversario del nacimiento de M. Piedad de la Cruz, por eso queremos recordarla y felicitarla o más bien felicitarnos por tenerla tan cerca y descubrir en ella una mujer que dejó huellas en la vida. Ella sí que fue del grupo de cristianos auténticos. Hacemos memoria y recordamos que nació en Bocairente (Valencia) el 12 de Noviembre de 1842, es decir, hace 168 años. Ya de niña, entre sus compañeras de colegio y juegos daba pruebas de su amor a Jesús por el respeto con que trataba a todos, por su dedicación al estudio y por su oración y gusto por lo religioso. Con diez años hace la Primera Comunión y siente que Jesús la llama a entregarse a Él en la Vida Religiosa. Ahí comienza su búsqueda de Dios, del plan que tiene sobre ella, hasta que después de muchos intentos que se frustran por diferentes motivos, funda la Congregación de las Hermanas Salesianas del Sagrado Corazón de Jesús. En toda su vida dio un gran testimonio como cristiana. Su amor a Jesús le llevó a entregar su vida a los demás especialmente a los pobres. En su vida un lema “PARA SER SANTA NACÍ”. Ella no quería ser santa de altares, sino santa en la vida, de las de a pie. Por esto se entregó constantemente a los hermanos, a los más pobres, a los enfermos, a los niños…, muchas veces se quitaba el poco pan que tenían para comer para darlo a los pobres que tocaban a su puerta. Donde había una necesidad, allí acudía: niños sin hogar, matrimonios con dificultades a los que ayudaba o mandaba ayudar a las Hermanas, recomendando siempre mucha discreción, jóvenes obreras a las que iba a esperar a la salida de la fábrica y para las que creó la escuela dominical. Enfermos pobres y ancianos abandonados. Todos encontraron en ella un corazón maternal lleno de ternura y de misericordia. A su confesor cierto día le decía: “Padre, soy pobre y no tengo que dar a los pobre; pero si no puedo darles dinero, les doy mi alma, mi corazón y mi amor; porque la limosna del amor vale más que la limosna del dinero”. Murió en Alcantarilla el 26 de febrero de 1916. A su muerte se decía: “Ha muerto una SANTA, ha muerto la madre de los pobres” Fue beatificada el 21 de Marzo de 2004 por SS. Juan Pablo II en Roma, el cual dijo de ella: M. Piedad fue modelo de virtudes cristianas y religiosas, enamorada de Cristo, de la Virgen María y de los pobres, nos deja el ejemplo de austeridad, oración y caridad hacia todos los necesitados.
M. Piedad fue una mujer que dejó huella

miércoles, 10 de noviembre de 2010

domingo, 24 de octubre de 2010

TEN COMPASIÓN DE ESTE PECADOR



Lectura del santo evangelio según san Lucas (18,9-14):
En aquel tiempo, a algunos que, teniéndose por justos, se sentían seguros de sí mismos y despreciaban a los demás, dijo Jesús esta parábola: «Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, un publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior: "¡Oh Dios!, te doy gracias, porque no soy como los demás: ladrones, injustos, adúlteros; ni como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo." El publicano, en cambio, se quedó atrás y no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo; sólo se golpeaba el pecho, diciendo: "¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador." Os digo que éste bajó a su casa justificado, y aquél no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»

Cuando vivimos desde el carisma de la Evangelización y la Misión, podemos caer en el error de comportarnos como "el fariseo" de la Parábola. Es fácil, reconocer en el otro el error, ver lo que necesita para ser mejor, lo que debe cambiar... Pero... ¿ y nosotros?, los que se supone que anunciamos la Palabra, ¿somos dignos de hacerlo?. ¿En nuestra vida se demuestra que Jesús es nuestro centro? ¿O simplemente, nos dedicamos a ver la paja en el ojo ajeno, y no permitimos que nuestra vida se impregne de Auténtico Evangelio?
El publicano, no se atrevía a mirar directamente a Dios porque se avergonzaba de su comportamiento. Para vivir para el otro, para el pobre, para el que no conoce a Dios... Debemos abajarnos, y reconocer nuestros fallos, al igual que el publicano, para así curarnos por dentro y servir mejor para la construcción del Reino.

QUEREMOS VER A JESÚS. DOMUND 2010




Cuentan los relatos de los monjes del desierto que, una vez, un joven novicio creyó que, si se acercaba a la cumbre de la montaña antes que el sol se ocultara, lograría ver a Dios. Animado por esta idea, salió del monasterio muy de mañana con el fin de llegar cuanto antes a la cima de la montaña. Cuando ya había realizado la mitad del camino, se encontró con un montañero tirado en el suelo que estaba pidiendo auxilio. El hombre había sufrido un accidente y tenía una fractura en la pierna. El monje se acercó a él y le dijo que primero iría a ver a Dios y después le socorrería. Cuando llegó al tramo final de la cumbre de la montaña, a punto del ocaso del sol, por más que miraba no pudo ver a Dios. Bajó con presteza a socorrer al montañero malherido y cuando llegó ya no estaba. Concluyen los relatos: “Si hubiera socorrido con amor y premura al necesitado, hubiera visto a Dios, porque Dios es Amor y sólo se manifiesta a quien ama”. La decepción del joven novicio fue grande, pero la enseñanza hizo de él un monje gozoso de vivir por amor y para amar a los demás. El secreto de “ver a Dios” se resumía en amar siempre.

El Papa Benedicto XVI, en el pregón del Domund, nos dice: “Cristo establece la nueva relación entre el hombre y Dios. «Él mismo nos revela que ‘Dios es amor’ (1Jn 4,8), y al mismo tiempo nos enseña que la ley fundamental de la perfección humana [...] es el mandamiento nuevo del amor. Así pues, a los que creen en la caridad divina les da la certeza de que el camino del amor está abierto a todos los hombres y de que no es inútil el esfuerzo por instaurar la fraternidad universal» (GS 38)”.

domingo, 17 de octubre de 2010

miércoles, 6 de octubre de 2010

OCTUBRE, MES DEL ROSARIO. ¿POR QUÉ REZARLO?



APRENDE A REZAR EL ROSARIO.

1- Para que la gente encuentre a Dios
2- Por los que trabajan y por los que están en paro
3- Por la paz y por la amistad
4- Por la vida
5- Por oriente próximo
6- Por el mundo entero
7- Por el Santo Padre, por la Iglesia
8- Para que las cosas se arreglen pronto
9- Por los necesitados
10- Por los enfermos