domingo, 28 de noviembre de 2010

sábado, 13 de noviembre de 2010

EL JUEGO DE LA VIDA

CON VUESTRA PERSEVERANCIA OS SALVARÉIS


Lectura del santo evangelio según san Lucas 21, 5-19
En aquel tiempo, algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos. Jesús les dijo: "Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido."
Ellos le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?" Él contesto: "Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usurpando mi nombre, diciendo: "Yo soy", o bien: "El momento está cerca; no vayáis tras ellos.
Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque eso tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá en seguida."
Luego les dijo: "Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre. Habrá también espantos y grandes signos en el cielo.
Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a la cárcel, y os harán comparecer ante reyes y gobernadores, por causa mía. Así tendréis ocasión de dar testimonio. Haced propósito de no preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro.
Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os traicionarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán por causa mía. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas."

No aguardamos el terremoto ni la catástrofe. A quien esperamos es al Señor. El salmista pone en nuestros labios la actitud del creyente: “Tañed la cítara para el Señor. Aclamad al Rey y Señor. Aplaudan los ríos, aclamen los montes al Señor, que llega para regir la tierra”.Tiempo de realismo y de esperanza, de quebrar toda inercia y apatía, de profecía y testimonio, porque aguardamos el retorno glorioso de Jesucristo.



viernes, 12 de noviembre de 2010

¡¡FELICIDADES M. PIEDAD!!

M. PIEDAD UNA MUJER QUE DEJÓ HUELLA
Hoy celebramos el aniversario del nacimiento de M. Piedad de la Cruz, por eso queremos recordarla y felicitarla o más bien felicitarnos por tenerla tan cerca y descubrir en ella una mujer que dejó huellas en la vida. Ella sí que fue del grupo de cristianos auténticos. Hacemos memoria y recordamos que nació en Bocairente (Valencia) el 12 de Noviembre de 1842, es decir, hace 168 años. Ya de niña, entre sus compañeras de colegio y juegos daba pruebas de su amor a Jesús por el respeto con que trataba a todos, por su dedicación al estudio y por su oración y gusto por lo religioso. Con diez años hace la Primera Comunión y siente que Jesús la llama a entregarse a Él en la Vida Religiosa. Ahí comienza su búsqueda de Dios, del plan que tiene sobre ella, hasta que después de muchos intentos que se frustran por diferentes motivos, funda la Congregación de las Hermanas Salesianas del Sagrado Corazón de Jesús. En toda su vida dio un gran testimonio como cristiana. Su amor a Jesús le llevó a entregar su vida a los demás especialmente a los pobres. En su vida un lema “PARA SER SANTA NACÍ”. Ella no quería ser santa de altares, sino santa en la vida, de las de a pie. Por esto se entregó constantemente a los hermanos, a los más pobres, a los enfermos, a los niños…, muchas veces se quitaba el poco pan que tenían para comer para darlo a los pobres que tocaban a su puerta. Donde había una necesidad, allí acudía: niños sin hogar, matrimonios con dificultades a los que ayudaba o mandaba ayudar a las Hermanas, recomendando siempre mucha discreción, jóvenes obreras a las que iba a esperar a la salida de la fábrica y para las que creó la escuela dominical. Enfermos pobres y ancianos abandonados. Todos encontraron en ella un corazón maternal lleno de ternura y de misericordia. A su confesor cierto día le decía: “Padre, soy pobre y no tengo que dar a los pobre; pero si no puedo darles dinero, les doy mi alma, mi corazón y mi amor; porque la limosna del amor vale más que la limosna del dinero”. Murió en Alcantarilla el 26 de febrero de 1916. A su muerte se decía: “Ha muerto una SANTA, ha muerto la madre de los pobres” Fue beatificada el 21 de Marzo de 2004 por SS. Juan Pablo II en Roma, el cual dijo de ella: M. Piedad fue modelo de virtudes cristianas y religiosas, enamorada de Cristo, de la Virgen María y de los pobres, nos deja el ejemplo de austeridad, oración y caridad hacia todos los necesitados.
M. Piedad fue una mujer que dejó huella

miércoles, 10 de noviembre de 2010