Como violetas, esparciendo el perfume del amor entre los más necesitados. Ana, Rosa y Gloria, tres jóvenes valientes que apuestan por Jesús, para seguirlo entregándole lo más bello de ellas, su vida joven.
Y se deciden a seguirlo profesando los votos de castidad, pobreza y obediencia, con un estilo muy peculiar, el que nos marcó nuestra Fundadora, la Beata Piedad de la Cruz: una vida sencilla repartiendo la misericordia del Corazón de Jesús entre aquellos que más lo necesitan.
¡FELICIDADES HERMANAS!
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